Muchas veces nos ponemos una meta y estamos pensando constantemente si ya vamos a llegar. Y me recuerda a los niños en los carros que preguntan constantemente “ya vamos a llegar? ya vamos a llegar?”.
Si en cambio nos preguntamos “que tan lejos quiero llegar?” la emocionalidad es diferente, ya pasa de la ansiedad al desafío, del se acaba al constante movimiento…
¿A dónde quieres llegar en tu vida?
¿Qué dirección quieres tomar?
¿Qué tan lejos crees que puedes llegar?
¿Qué tan lejos quieres llegar?
