Te pido perdón a ti, que con mis palabras o acciones en algún momento te herí. Tal vez con intención o tal vez sin siquiera darme cuenta te hice daño.
Te pido perdón, si lo hice no fue desde un lugar de odio, sino de dolor, miedo e inseguridad mías, te herí probablemente para protegerme del dolor que podrías causarme.
Me pido perdón por dejarme llevar del miedo y por no pausar y darme cuenta de lo poderosas que pueden ser mis acciones.
Me pido perdón por las veces que creí en las palabras y acciones de otros, dejándome marcar, sin darme cuenta que tenían que ver más con el otro que conmigo.
Hoy te invito a perdonar y perdonarte, a soltar esos recuerdos que no te llenan de energía, a permitirte ser tú plenamente.

Un comentario en “perdonar”