Cuantas veces no entramos en ese mundo incierto de tomar una decisión y tener que escoger entre “si” o “no”.
Puede ser para algo tan sencillo como “¿quiero esto para comer?”, hasta algo más complejo como “¿continuo en esta relación?” o “¿renuncio a mi trabajo?”.
Cuando entro en estos dilemas, miro lo positivo de cada una de las decisiones, y su lado negativo. En ocasiones pido la opinión de otros para ver alternativas, hasta puedo lanzar una moneda para ver si sale cara o sello.
Lo que pasa es que siempre sabemos que es lo mejor para nosotros mismos. A veces la decisión es difícil porque implica un riesgo y eso nos puede dar miedo, o porque creemos que alguien puede salir herido, o porque no sabemos cómo será eso de hacer las cosas de otra manera, o porque hacerlo sería un poco loco, egoísta, diferente, etc. y que pensarán los demás.
Independientemente, de la escusa que encontremos para no tomar la decisión, la respuesta la tenemos nosotros. Algo que me ayuda a tomar la decisión es el saber que siempre que digo “si” le digo que no a algo, y cuando digo “no” le digo “si” a algo, no hay un absoluto!
Por ejemplo, si digo “si quiero comer postre” le puedo estar diciendo que “no” a comer saludable, a comer sin azúcar, a comer menos. Si digo “no voy a salir”, le estoy diciendo que “si” a quedarme en casa, a descansar, a hacer actividades bajo techo….
Por eso piensa a que le dices “si” y a que le dices “no”, que es más importante para ti, y recuerda que la respuesta está en ti!
Posts relacionados: preparando o evitando, equivocándome, no tienes que estar listo
Reblogueó esto en Munay – La Fuerza del Corazóny comentado:
Lo importante que es aprender a decir “Sí” y “No”; te has dado cuenta cómo tu “sí” o tu “no” construye el futuro en el que quieres vivir? Y, construyó el presente en el que habitas?
Disfruta a Carolina en su “Sí” o “No”!